A partir del 16 de mayo, unos 110 000 afiliados, de 65 años o más, podrían retirar hasta el 95,5 % de sus fondos. Docentes de la UDEP les recomiendan qué hacer con ellos.
Por Elena Belletich Ruiz. 12 mayo, 2016.Posiblemente, a fines de mayo ya habrá miles de pensionistas con dinero en efectivo, muchos de los cuales, quizá no sepan qué hacer con él. El profesor Erwin Lozada, experto en análisis y diagnóstico financiero, recomienda que antes de decidir qué hacer con los fondos, los jubilados consideren al detalle lo siguiente: el Presupuesto familiar: gastos fijos (alimento, vestido, luz, agua, movilidad, salud, vivienda, etc.); y, las deudas vigentes (tarjetas de crédito, préstamos bancarios, familiares u otros, etc.). ¿Cómo cubrir estos rubros?
Un buen manejo financiero, sostiene, “implica cubrir los gastos fijos con ingresos fijos; es decir, con una pensión fija mensual. Conociendo a cuánto ascienden los pagos mensuales, recién podrá determinar si sus ingresos mensuales le permitirán cubrir todos sus gastos fijos”, subraya. Conocidos estos aspectos, puedes saber cuánto necesitas que rindan tus fondos y si, además, debes buscar otros ingresos, para sostenerte.
Oportunidades para emprender
Los negocios son una buena forma para obtener ingresos adicionales. La economista Brenda Silupú, directora del Centro de Asesoría Microempresarial de la Universidad de Piura, explica las oportunidades que tienen los pensionistas en los negocios. Sin embargo, alerta que aunque estas pueden ser muy buenas, hace falta estar informados. “Todos los negocios son rentables siempre y cuando se administre bien. Los de mayor margen de ganancia son aquellos cuyos costos y gastos son pequeños, como los negocios de servicios (catering, por ejemplo). Lo importante es ofrecer un plus, un valor agregado respecto a tus competidores”.
La economista señala que hay varias opciones para las personas con mayor liquidez, que buscan rentabilizar su dinero: invertir en mejorar la educación de los hijos (inversión de largo plazo); invertir en bonos: garantiza una renta fija, se mantiene el capital y es de menor riesgo.
Además, indica que se pueden organizar fondos privados para que sean administrados por terceros, para el financiamiento de empresas. En este sentido, “sería conveniente que se planteen reglamentos para que funcionen los capitales de riesgo en nuestra economía, constituidos (por ejemplo) por el dinero de algunos jubilados, que serían los inversionistas”.
Para el profesor Erwin Lozada, las mejores opciones de negocio, para un pequeño capital inicial son: bodegas, boticas, ferreterías, panaderías, etc. “Se recomienda que el emprendedor tenga un conocimiento del negocio en el que piensa iniciarse antes de arriesgarlo todo. En este tipo de negocios se requiere tener la habilidad para comprar lo que es seguro vender”, subraya.
Recomienda a los jubilados que, cuando hayan iniciado su negocio: “miren constantemente, las preferencias de sus clientes, los grados de aceptación del producto o servicio brindado; analicen las fortalezas de la competencia que pudiese ingresar e infórmense de los factores que influyen en el comportamiento de su mercado (variaciones en la inflación, tipo de cambio, cambios en las legislaciones tributarias y municipales, implementación de nueva tecnología, etc.). La situación económica del país es dinámica y cambiante y, por ende, la de los negocios también lo es”, sostiene.
‘Compraré un auto o una casa’
Lo que con mayor frecuencia se escucha decir a los afiliados que piensan en retirar sus fondos es: ‘sacaré un carro para hacer taxi’, ‘compraré una casa, si la alquilo se pagará sola’; ‘pondré un negocio’, o ‘pagaré mis deudas’. Para Erwin Lozada, la primera decisión no sería buena, pues la edad máxima para conducir (en el Perú) es de 70 años; el conductor debe someterse, cada seis meses, a exámenes médicos y psicológicos. Además, si el dinero de su jubilación no alcanza para comprar el auto al contado, deberá pagarlo con los ingresos que genere. En este caso, deberá obtener ingresos suficientes para pagar las letras del carro, los gastos de combustible, de mantenimiento del auto y los gastos fijos. “Algo difícil de conseguir en la situación actual de la región”.
En cuanto a comprar un inmueble para alquilar, el profesor Jorge Gallo Costa ha señalado que si una mayoría piensa hacer lo mismo, “este incremento en la demanda de inmuebles haría que subir los precios; y, la sobre oferta de inmuebles para alquilar, haría bajar los costos de alquileres”, de ser así los “únicos beneficiados serían los agentes inmobiliarios que venderían estos inmuebles; y los inquilinos que pagarían un precio menor”.
Meteré mi plata en un banco. Es la alternativa es la menos voceada, aunque hay financieras y cajas municipales que ofrecen interesantes tasas que van hasta un 7,5% y están saliendo nuevas promociones. Sin embargo, Brenda Silupú señala que aún estas tasas son muy bajas en relación a las de financiamiento que se ofrecen a las mypes o pymes. “La brecha entre los que se paga por los depósitos de ahorro y lo que se cobra por los préstamos es bastante amplia, por el riesgo que tiene el sector mype. Por eso, no me extrañaría que en poco tiempo se puedan dinamizar los fondos privados…”. Hay que evaluar las alternativas.
Para el economista Guillermo Dulanto, el posible retiro de todos o parte de los fondos de los afiliados que cumplen 65 años (según el jefe de la SBS serían 110 000; y, según otras proyecciones, unos 85 000) producirá un movimiento en la economía del país; pero, también obligará a las AFP a reestructurar sus políticas y abordar dos temas importantes para el pensionista: “la comisión que se cobra por manejar el fondo individual y la rentabilidad del mismo, porque ahora tendrán la competencia de otras instituciones financieras”.
De hecho, agrega, estos nuevos competidores ya están tomando acciones concretas. Por ejemplo, el BBVA está ofreciendo el 5% por depósitos a un año y 6% por depósitos a tres años, refiere.
¡No haga eso!
Silupú Garcés indica que lo que buscará el jubilado será una mayor rentabilidad y esto implica un mayor nivel de riesgo. Podría suceder que para buscar un alto rendimiento de los fondos, el jubilado incursione en nuevos negocios, con alta probabilidad de fracaso, porque existen muchos factores que no se están evaluando. “Una mal orientación o decisión les puede llevar a una mala administración de su dinero”. Por eso, es recomendable que mientras se planifica bien, se busca información y orientación adecuadas o se diseña el proyecto de un negocio, el jubilado guarde su dinero en un banco, caja o financiera, para que esté seguro, anota.
Adicionalmente, el profesor Lozada recomienda no usar, de ninguna manera, los fondos que se retiren, en lo siguiente:
- Para cancelar deudas personales, hipotecarias o familiares, de lo contrario ¿cómo vivirían el resto de su vida? Seguro que si optan por pagar deudas “estarían condenando su ancianidad a una dependencia económica de sus familiares”.
- Para iniciar un ‘negocio’ por intuición o recomendación de amigos y familiares. “En estos momentos muchos oportunistas están susurrando al oído de los jubilados, las mejores opciones para invertir, las cuales le aseguran una alta rentabilidad pero con altísimos niveles de riesgo”.
- Para prestar dinero cobrando una alta tasa de interés. Ingresar a este tipo de negocios, sin conocimiento alguno, podría hacer que no se pueda recuperar nunca lo que se ha prestado.
Al respecto, el Mgtr. Jorge Gallo Costa advierte que los riesgos para los mayores de 65 años, que decidieran retirar sus fondos de las AFP, estarán en “su falta de capacidad para invertir esos fondos. A menor conocimiento sobre un negocio, mayor probabilidad de que le vaya mal o de que no obtenga la rentabilidad deseada; además, podría quedar a merced de sus familiares o amigos quienes le pueden proponer mil y una alternativa de ahorro o inversión o el famoso ‘préstame a mí que te pagaré más que el banco o la caja’”, anota. “Si se pierden los fondos, el Gobierno ha sido claro en señalar que no habrá ninguna garantía estatal”, dice.
Así que, a pensar con mucho cuidado, lo que está en juego es sustento económico para tu (mi) ancianidad. (Artículo publicado en el suplemento Semana. El Tiempo/8/05/2015).